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Ya es posible pronosticar cuándo alguien va a cometer un error

CHICAGO, EEUU (AFP) — Unos científicos han descubierto que, cuando la gente realiza tareas monótonas o aburridas, su cerebro se coloca en un modo de descanso, quieran o no. Y, vigilando una zona del cerebro, pudieron predecir cuándo alguien estaba a punto de cometer un error antes de que lo hiciera.

"Hay algo probablemente intrínseco en el que su cerebro indica 'necesito tomarme un pequeño descanso ahora' y no se puede hacer nada contra eso", indicó Tom Eichele, de la Universidad de Bergen (Noruega) y coautor del estudio, publicado el lunes en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias de EEUU.

"Probablemente, todos conocen ese sentimiento de que a veces el cebrero no está tan receptivo o funcionando tan bien y uno no hizo nada para inducir eso", explicó el científico. Cuando eso pasa, la sangre fluye a la parte del cerebro que está más activa en momentos de descanso.

Y, como ese estado comienza unos 30 segundos antes de que se cometa un error, podría ser posible diseñar un sistema de advertencia que avise a las personas que deben concentrarse más o ser más cuidadosos, dijo Eichele. Eso podría mejorar significativamente la seguridad en el lugar de trabajo y también mejorar el rendimiento en tareas clave, como la seguridad en los aeropuertos.

"Podríamos construir un artefacto (para colocarse) en las cabezas de las personas que realizan estas decisiones sencillas", dijo a la AFP. "Podemos medir la señal e indicarle al usuario cuándo el cerebro está en un estado en el que las decisiones no serán las correctas".

Eichele y sus colegas en EEUU, Gran Bretaña y Alemania pudieron detectar estos patrones cerebrales con escaneos de resonancia magnética, que no son precisamente portátiles. El próximo paso es ver si se pueden lograr artefactos más móviles para detectar el fenómeno

Una doctora británica compara los videojuegos con las drogas

No cesan, ni cesarán, los ataques contra la industria del videojuego; en esta ocasión le ha tocado el turno de nuevo a otro doctor, doctora en este caso -Tanya Byron-, quien ha formulado graves acusaciones contra el entretenimiento interactivo comparándolo con la cocaína y la heroína. La doctora habló con una adicta a World of Warcraft, Michelle Hart de 39 años, que reconocía haber pasado dos años de su vida jugando de forma prácticamente ininterrumpida al título de Blizzard, sin dormir y sin trabajar. Hart fue presentada por la doctora de una forma bastante desconcertante, “Michelle Hart no es como imaginaríamos a un jugador dedicado. Ella es inteligente, con un buen trabajo y sin rastro de problemas psicológicos”. Byron, la doctora, sostuvo durante todo el programa una postura muy agresiva contra los videojuegos. “Se ha vuelto una adicción tan perniciosa como las drogas más convencionales” señaló, puntualizando después que podría parecer exagerado comparar un juego de fantasía “para niños” con una droga, pero que los tratamientos a los que se someten los adictos a los videojuegos tienen “profundas similitudes” con las drogas.